Fuego en el cuerpo
El amor no siempre es suave.
“Pudiendo elegir algo mejor, prefiere un trabajo sin responsabilidades donde podrá estar subordinada, limitarse a recibir órdenes y de esa forma sentirse protegida”
Es cierto que nuestro intelecto parece concentrar todas sus fuerzas, y las del “más allá”, en desechar todo aquello que nos hace daño o que creemos ingenuamente que no nos conviene, pero, qué pasa cuando los sentimientos retan a la razón defendiendo y deseándonos eso que llamamos autodestrucción… ¿Deberíamos ingresar en un psiquiátrico y dejar que pensaran por nosotros o … para Gustos, Colores?
Y me tomo el lujo de aconsejar una película para todo aquel que aprecie tal tipo de atrevimiento. Secretary de Steven Shainber.
1 comentarios:
Claro, es que hay veces que nuestro instinto de supervivencia, se "pelea" con el de autodestrucción, cuando no con ese sentimiento de locos de atar que tanto desagrada a las mentes "bien pensantes".
Pero yo creo que es natural tanto acoplarte al soso mundo preestablecido, como liarse la manta a la cabeza y montar una pizzeria en Turín, con la de ellas que tiene que haber.
Es eso, lo de tu post... Fuego en el cuerpo
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