Mi vecina es la típica vecina maníaca-potencial que pasó de ser potencia a ser una vorágine de gritos, malas palabras y tacones claveteados en el suelo, que condiciona de manera directamente proporcional mi mal estudio, mi mal sueño y la creencia de que un día aspiraré gas venenoso por culpa de la rebelión que esta mujer ha declarado contra el mundo.
Miedito…
2 comentarios:
cuando la locura de uno afecta al otro mal asunto, prueba con un poco de su medicina a ver qué pasa...
declaramos una guerra al resto del bloque...
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