Sueño en llamas… y despierto fría, como el mismo hielo.


Vacíos. Bucles. De uno a otro. Entre saltos interestelares como le gusta llamarlos. Amarga y ardiente. Con los ojos orbitando alrededor de su aorta. Contemplando de reojo el vaivén se sus aurículas. Presión en los tobillos, como cuando va a marearse. Nota el peso de su cuerpo en los pies y estos levitar sobre el terreno, saltando temblorosos de un agujero negro a otro. Levedad.

Vacíos. Colores aparte. Pero no hay remolinos en espiral. No hay atención ni sobresaltos. Es un inmenso hueco que permanece estático en mitad de un todo al que no quiere ponerle fin.

Sólo se deja llevar por el picor de los ojos. Sin tomar decisiones. Escupiendo diálogos entre estornudos. Con un sabor amargo que le araña en el fondo la garganta.

Palabras. No busca unirlas… solo dejarlas flotar. Picor en la yema de los dedos. Notando el diapasón sobre el que respira su cerebro. Automático, sin demasiados esfuerzos. No es momento de luchar. No hay fuerzas. Sólo espera a que se vaya tal como vino, sin apenas notarlo.

Diafragma distendido. No hay lugar para la tensión, no más allá de los tobillos. Como cuando se marea, como cuando sabe que va a vomitarlo.

No se encoje. Las articulaciones no se fuerzan. Sin pena. Y con la gloria escapándose por el techo de sus pies. Poetas. No hay fuerza. No hay entendimiento. Sólo un sentir que rasca el estómago. Profundo.

Espera a ver qué es lo que siente cuando deba enfrentarse a ello. Espera. Asoma el pescuezo por el precipicio esperando a ver qué sube. Esperando a que le explote en la cara. Pero con calma hasta llegar a esa tormenta.

Espera, quieta, y vacía. Intentando llenarse con palabras. Disimulando el hambre. Espera.

Escribe y se deja vaciar. Lo que sale por lo que entra. Lo que pierde por lo que no quiere ganar.

Se deshace en minutos. Los ventrículos se llenan despacio. Relajados. Mintiendo. Saben que tarde o temprano recibirán lo que necesitan. No cuestionan. Aceptan. Tranquilos. Blancos, rojos, blancos rojos. Se suceden. Se dejan llevar. No hay prisa. No hay preguntas. No quieren respuestas. No quieren responder. Aceptan y esperan. Al borde del precipicio. Del vacío. Esperan tranquilos. Hasta consumirse. Esperan. Cenizas.

No pide reclamos. No los quiere. Nunca los quiso.

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I know that spitting is a bad habit, but i can't help the taste...

I know that spitting is a bad habit, but i can't help the taste...

Que yo soy de leer cosas raras, y de escribir cosas aun peores...


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