Referéndum de un yo satisfecho con el convencionalismo.


Proclamo a los 4 vientos que no son más que las ganas que tengo de irme a dormir las que hacen que me vea forzada a enchufar mi vida a un cable y comunicarle al mundo escrito la necesidad que tengo de expresar una idea que me viene persiguiendo por las calles haciendo como que no la veo detrás de un periódico arrugado y mal leído que esconde la curiosidad, y el polvo, que levanto al pasar frente a unos cuantos.

Así pues he decidido montar una especie de estudio antropológico, que no tiene nada de lógico y todo de antro, así como de estúpido, en el que valoro cuanta mierda procedente de mi inquietante picor de ideas es capaz de soportar la curiosidad humana, intentando concluir por adelantado que será bastante el tiempo que te pases merodeando por aquí.

Que por qué lo creo  o que por qué creo que malgastarás tu tiempo valorando la finalidad de mi estudio, pues respuesta fácil y evidente, porque tienes demasiadas cosas que hacer y probablemente la idea infructuosa del éxito te dé tanto miedo como la que me da a mí el saber que podrías vivir sin la paranoia que voy a contarte.

Así pues, repito, y con la idea en mente de una inversión a largo plazo, me invento todos los días mentiras y cuentos para entretenerte y poder calcular cuándo podrás llegar a cansarte o cuanta porquería estarás dispuesto a tragar con tal de no centrarte en inventar tus propias mentiras y  deglutir sin masticar ni salivar las inventadas por otros, en este caso “c'est moi”, porque así es todo más fácil, más rápido, menos divertido pero oye, gastas menos tiempo en inventarte una vida mejor para ti. Ya te la invento yo y tú la decoras al gusto.

Pongamos, entonces, que te pasas por aquí una media de media vez al día, porque puede que aun te resistas a creerte lo que te dice un extraño. Pero esperas a que alguien te cuente o te comente que ha encontrado un estudio ridículo en el que tiene pensado participar tan solo… pues por pura curiosidad. Una vez más yo gano.

Después de esta influencia tan nefastamente positiva  (algo incoercible pero que a ti pues como que te viene dando igual) te paseas por aquí una y quizás dos veces más al día, dependiendo de lo ocupada que tengas la tarde, hasta que mi estupidez infinita te enganche y llegue un momento en el que no  puedas dejar de leer a pesar de que palabra a palabra vayas pensando pero qué mierda me está contando esta tía, como ahora. Otra vez, yo gano.

Y das por sentado que soy una tía porque hay que tener mucha imaginación y muy mala fe para “crear” algo así, pero en el fondo te da igual, es una especie de pacto “sui géneris” en el que si me gusta, me da igual de donde venga.

Y si te das cuenta llevas hasta ahora 1125 palabras vacías de todo sentido, dando una aplastante credibilidad a mi estudio, con el que corroboro mi “idea alfa” de acuerdo con la cual tu pérdida de tiempo es proporcional a toda mi mierda de imaginación. Bien, es innegable que te has caído y te has dado de bruces contra tu falta de autocontrol, ahora imagina este estudio a gran escala, imagina una mierda de idea como la mía,  un par de cables más que el mío, y un par de antenas con proyección a largo alcance. Más mierda, más y para todos.   

Imagina una cara y  unos labios que leen mentiras al mundo, como te has imaginado los míos, y que inventan vidas y estudios de alto grado como el que me he inventado yo, imagina que piensan por ti y que llega un momento en el que no puedes parar, ya no de leer porque te supone un esfuerzo aun mayor, sino de escuchar, porque es tan insólito lo que te están contando y estás tan subliminalmente acostumbrado a ello que ya ni siquiera tu filtro de realidad es capaz de discernir si vives en el mundo de Disney o en el mundo real. 

Imagina el estrés que recorre tu cuerpo y la oleada de pánico pre-crisis personal al pensar en cómo es posible que tú hayas podido caer en semejante estupidez como ésta. Piensa en la manera tan absurda con la que  pierdes el tiempo y saturas tu cuerpo de impresiones negativas hasta el punto de colapsarlo con la única idea a modo de salida como la siguiente: cambiar de canal.

Está claro que tengo que pulir la idea y aun más mis modales… pero, ¿entiendes ahora por qué no enchufo nunca mi televisión?

Sé crítico.


0 comentarios:

Publicar un comentario

I know that spitting is a bad habit, but i can't help the taste...

I know that spitting is a bad habit, but i can't help the taste...

Que yo soy de leer cosas raras, y de escribir cosas aun peores...


Tú dices... yo imagino

Seguidores